viernes, 29 de enero de 2010

LA TRISTEZA Y LA FURIA!!!

Había una vez en una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes.

Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, LA TRISTEZA Y LA FURIA.

Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos, entraron al estanque.

La furia, apurada como siempre esta la furia, urgida sin saber por qué, se baño rápidamente y más rápidamente aún, salio del agua…

Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso al salir, la primera ropa que encontró…

Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza…

Y así vestida de tristeza la furia se fue.

Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro, ( o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.

En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.

Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.

Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible, enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos, es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad…está escondida la tristeza.




N.A. No recuerdo su autor lo leí hace muchos años y lo copie de un libro estando de vacaciones con una amiga, si alguien me lo acerca, gracias!!!

miércoles, 20 de enero de 2010

LA CASA DE LAS PALABRAS!!!! Eduardo Galeano

A la casa de las palabras, soño Helena Villagra, acudían los poetas. Las palabras, guardadas en viejos frascos de cristal, esperaban a los poetas y se les ofrecían, locas ganas de ser elegidas;
ellas rogaban a los poetas que las miraran, que las olieran, que las tocaran, que las lamieran.
los poetas abrían los frascos, probaban palabras con el dedo y entonces se relamían o fruncían la nariz. Los poetas andaban en busca de palabras que no conocían y también buscaban palabras que conocían y habían perdido.


De "El libro de los abrazos"

lunes, 18 de enero de 2010

UN HOMBRE MÁS!!! Cuento de mi autoría



Suena el insistente sonido del reloj de cuarzo; cinco, diez, quince minutos; ¡Al fin logra despertarlo!
Asoma su mano larga y enjuta de entre las sábanas y con un gesto de disgusto logra acallarlo.
Se sienta despaciosamente en la orilla de la cama, parece que pensara en algo, pero aún está algo dormido.
Comienza a vestirse lentamente, todavía no llega a distinguir con nitidez su derredor, no puede tomar conciencia del tiempo aún.
Se restrega los ojos y como un relámpago lo alumbran las agujas fosforecentes del reloj que le pinchan sus retinas, avisándole que sólo le quedan escasos minutos para salir a tiempo, pero todavía le quedan muchas cosas por hacer.
Prontamente se despierta y toma conciencia del momento y se apura.
Pone el café a calentar, mientras se lava la cara , se peina su largo cabello semiondulado, se perfuma y como todos los días sale corriendo para no perder el colectivo de menos diez, atrás quedo la taza semivacía, el baño desordenado y el aroma a su perfume puesto al vuelo sobre su cabello castaño y su bufanda a cuadros.
Se va velozmente hacia la oficina, como si fuera el lugar preferido por él y como si no quisiera perder un instante de lo que allí acontezca.
Llega a la estación de trenes de San Miguel, ya casi sin sentir el frío intenso de la mañana, y nuestro hombrecito se vió correr desesperado como todos los demás, que hacían una marathón ante la inminente llegada del tren que lo transportaría hasta Retiro.
Según contaba, todos entraban por el mismo túnel, sus rostros hasta se parecían, agitados y somnolientos.
Las galerías de la estación del tren le semejaban un gigantesco embudo por donde se introducían de todas partes hombres y mujeres, con prisa y sin pausa, hasta que llegaba el vil vehículo que con su máquina y sus vagones, suscionaba en un minuto a todos, y como si estuviera inmantado, colgaban de todas sus puertas, racimos de seres que a nuestro personaje se le hacían rostros de animales indefinidos.
Y él... era uno más.
Bajaba en la estación Retiro, y arrastrado por la muchedumbre seguía corriendo, nuevos embudos se le presentaban; eran las grandes bocas de los subterráneos que tragaban a cuanto ser humano se le acercaba como la moledora de café a sus granos.
Por fin... llegó corriendo escaleras arriba a la puerta de la oficina. Dió los buenos días pertinentes, pero por respuesta se encontró con un :
-¡Está despedido!
Una sonrisa apenas, se esbozó en su boca, no pidió explicaciones a su jefe. La secetaria miraba absorta lo acontecido.
Pegó un giro y se dirigió hacia la puerta sin mediar palabra.Salió a la entrada del edificio de la calle Venezuela, hacía frío pero el sol estaba radiante!!!!
Se sentía feliz y además libre! Ni el entendía esa actitud pero sabía que algo se transformaba en su ser.
Caminando despacito hacia la estación San Martín, pensaba en su futuro.
Llegó a su casa y ante la sorpresa de su madre que preguntó:
-¿Que pasó?, el contestó alegremente. - Me despidieron, soy libre, no más trenes , ni subtes, ni jefes que no comprenden nada, desde hoy sólo me dedicaré a la música pues para eso nací, seré mi propio jefe!!!!


Y así fue..., su vida transitó por esta mágica profesión de ser un artista, donde encontró la felicidad entre "tocadas", composiciones y alumnos, a la que le agregó otra profesión no menos mágica, la de ser Musicoterapeuta!!!!!!



Este cuento es real, no realista. dedicado a mi hijo Fernando Suárez!!!!!!
Lo escribí en 1985, luego él, después de muchos años, decidió ir a la UBA y seguir esta carrera que está llegando a su fin.

lunes, 11 de enero de 2010

MUERE LENTAMENTE !!! Pablo Neruda

Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música
quien no encuentra gracia en sí mismo

Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos
trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su vestimenta
o bien no conversa con quien no conoce.

Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino de
emociones,
justamente éstas que regresanel brillo a los ojos
y restauran los corazones destrozados.

Muere lentamente
quien no gira el volante cuando está infeliz con
su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir
atrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos......

¡ Vive hoy !

¡ Arriesga hoy !

¡Hazlo hoy !

¡ No te dejes morir lentamente !

¡ No te impidas ser feliz !

Escritor chileno (1904-1973) Premio Nobel de Literatura (1971)

sábado, 9 de enero de 2010

EL CAUTIVO!!! Jorge Luis Borges

En junín o tapalqué refieren la historia.
Un chico desapareció después de un malón, se dijo que lo habían robado los indios. Sus padres lo buscaron inútilmente; al cabo de los años, un soldado que venía de tierra adentro les habló de un indio de ojos celestes que bien podría ser su hijo.
Dieron al fin con él (la crónica ha perdido la circinstancias y no quiero inventar lo que no sé) y creyeron reconocerlo. El hombre trabajado por el desierto y la vida bárbara ya no sabía oir las palabras de su lengua natal, pero se dejó conducir, indiferente y dócil hasta la casa. Ahí se detuvo, tal vez porque los otros se detuvieron. miró la puerta pero sin entenderla. De pronto bajó la cabeza, gritó, atravesó corriendo el zaguán y los dos largos patios y se metió en la cocina. Sin vacilar, hundió el brazo en la ennegrecida campana y sacó el cuchillito de mango de hasta que había escondido allí, cuando chico. los ojos le brillaron de alegría y los padres lloraron porque habían encontrado al hijo.
Acaso a este recuerdo siguieron otros, pero el indio no podía vivir entre paredes y un día fue a buscar su desierto. Yo querría saber que sintió en aquel instante de vértigo en el que el pasado y el presente se confundieron; yo querría saber si el hijo perdido renació y murió en aquel éxtasis o si alcanzó a reconocer, siquiera como una criatura a un perro, los padres y la casa.

jueves, 7 de enero de 2010

EL CÁNTARO FRESCO!!! Juana de Ibarbourou (uruguaya)

Han traído para el almuerzo un ventrudo recipiente de barro lleno de agua recién sacada del pozo. Y es esta tan fría que, rezumando por todos los poros del cántaro, ha cubierto la rojiza superficie de un fresco manto húmedo. Atrechos el vapor acuoso es más espeso y forma gotas gruesas que caen sobre el mantel blanco. En el comedor reina una penumbra dulce. por una rendija del postigo entra, tendiéndose de la parte superior de la ventana hasta el piso del centro de la habitación, como una tirante cinta amarilla, un rayo de sol que, en el suelo, se concentra simulando un ovillo de hilo dorado. A veces, al mover un ligero soplo de brisa de la cortina, el redondel de sol se mueve también, y Titanio, el pequeño terranova que hace rato lo observa, salta sobre él. Y ladra al ver que lo que él quizás supone un extraño insecto, se trepa como una mariposa burlona a su pata peluda.
de la cocina llega ruido de loza; del patio un chirriar confuso de cigarras. En espera del almuerzo empieza a invadirme la modorra de este cálido mediodía de diciembre. mi hijo, con esa sana hambruna de los seis años, pellizca un trozo de pan, sentado ya en su sillita, junto a la mesa, esperando la llegada del padre. mis agujas de tejer, la labor, el ovillo, han resbalado poco a poco de mi falda a la estera. yo apoyo mi mejilla en la fresca superficie húmeda del cántaro. Y esta fácil y sencilla felicidad me basta para llenar la hora presente.



De sus mejores poemas,1930.