Había una vez tres hermanitas que se mantenían amasando de noche una faneguita de harina. Un día se levanraron de madrugada para hacer su faena y la hallaron hecha, y los panes prontos para meterlos en el horno, y así sucedió por muchos días. Queriendo averiguar quién era el que tal favor les hacía, se escondieron una noche y vieron venir a un duende muy chiquito, vestido de fraile, con uno hábitos muy viejos y rotos. Agradecidas, le hicieron unos nuevos que colgaron en la cocina.
Vino el duende y se los puso y en seguida se fue diciendo:
Frailecito con hábitos nuevos,
no quiere amasar ni ser panadero.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario